Pacto de humor

13 mar 2017 / 11:47 H.

En todos los tiempos, desde que existe la política, los políticos han hecho pactos con muy diversos fines. Pactos que se entienden que son pactos de honor, pero que, antes o después, una u otra parte se los salta a la torera, los rompe sin el más leve reparo. Por lo visto eso de honor es un aditivo que se añade por adornar el documento, pero que suele tener poco peso específico en el cumplimiento de lo pactado. Ya ven, parece que siempre hubo y hay políticos que no tienen honor, por lo tanto no deberían hacer pactos. Podrían hacer pactos de humor y así todo lo que se acuerde puede tomarse a broma. Pero es que los hay que tampoco tienen gracia para eso. A pesar de una y otra carencia, los políticos siguen haciendo pactos y los pactos se siguen rompiendo una y otra vez.

Tan reiterativo es esto de que los pactos se rompan, que no creo que a nadie haya cogido de sorpresa esta posibilidad que se cierne sobre el cielo español –cuando se va vistiendo de primavera- de que se convoquen unas nuevas elecciones generales si se quiebra el pacto entre el PP y Ciudadanos. Lo acordado entre Rajoy y Rivera no aguantó ni tan siquiera la primera prueba. Ni siquiera hizo falta llegar a la prueba del algodón porque el polvo de la corrupción parece que asoma por casi todos lados. Vamos a volver a las andadas o más bien a las desandadas, porque hasta ahora nuestros gobernantes avanzaron poco en la solución de los problemas que preocupan al país. Es triste que hasta el ciudadano más lego en estas materias perciba que los políticos no son capaces de encontrar respuestas que sirvan a toda la ciudadanía por igual. La gobernabilidad se hace imposible para el PP si Ciudadanos le retira la confianza. El resto no parece vivir para colaborar al bien de España sino al de sus propias formaciones, unos partidos que tampoco inspiran mucha confianza a la mayoría.

Esperanza Aguirre ha vuelto a estar en la cresta de la noticia, algo que parece que a ella le gusta. Se está investigando la financiación ilegal del PP en Madrid, cuando ella mandaba, y ella se lo toma con filosofía diciendo, como todos suelen decir en casos parecidos, que ella no sabía nada, no se enteró de nada cuando era la presidenta del Partido Popular de la Comunidad de Madrid. ¿Cómo pueden los partidos poner en cargos de tanta responsabilidad a gentes tan distraídas?