Papeleo garantizado

18 ene 2018 / 08:19 H.

El ministro Catalá dice que hay que hacer una nueva ley de enjuiciamiento criminal. Puede que sea necesaria. Pero es indudable que también hay que reformar todo el procedimiento judicial en sí mismo, pero no como Gallardón lo planteó, meramente para dificultar el acceso y uso de la Justicia a quienes no se lo pudiesen permitir (eso de las tasas lo dice todo; por cierto ¿todavía no se sabe a dónde fue a parar ese dinero recaudado?). El procedimiento es anacrónico, se sirve de lenguaje, modos y usos que ya tenían que estar abandonados. Sirve, a fuerza de intentar ser garantista, para alargar causas que debiesen estar resueltas en primera instancia (con el seguro peligro de su prescripción) y para que los pillos agoten los plazos sin darse nunca por enterados de avisos, citaciones o requerimientos. Utilizan esos trucos para obstruir la acción de la Justicia una y otra vez y no se actúa contra los mismos de oficio, aunque sus intenciones son manifiestas. Una cosa es garantizar defensa y recurso cuando se tienen argumentos y datos concretos y otra enredarse en mero papeleo.