Paradojas jaeneras

Que Jaén está lleno de paradojas es conocido, aunque no reconocido. En Espeluy está la mayor fábrica de reciclaje de neumáticos de España. Motivo de orgullo, sin duda alguna. Pero como aquí somos de blanco y negro a la vez, justo a unos cuatro kilómetros, en la otra orilla del río, se colorea de infame negro una extensa superficie; en ella cientos de miles de ruedas usadas duermen en el olvido de unos, propietarios, y de otros, instituciones. Uno de los motivos que se esgrimen para su desaparición, previo transporte para su tratamiento y reciclado, es el coste que supone. Eliminar una de nuestras vergüenzas más contaminantes choca de bruces con don dinero. Pareciese que Espeluy está a mil kilómetros de Mengíbar. Puestos a rizar el rizo, no queda ahí la cosa. La moderna factoría está situada junto a la línea férrea pero su materia prima llega por carretera, se ve que lo del tren no opción. No me sorprende, a escasos 500 metros la factoría, que hace traviesas de hormigón para el ferrocarril, envía su producto, casi en su totalidad, en camión. Jaén es paradójico.