Perro no
come perro

27 abr 2017 / 12:03 H.

Viejo adagio nos señala el título. Más completo sería “hombre no come a hombre”. Nos indica que el hombre no se tira a al yugular de sus congéneres por necesidades que padezca. Lo pudimos apreciar hace unos días en estos desbarajustes o circo político que nos muestra. Esperanza Aguirre no sabía nada de los cambalaches que se traía su sucesor. Completamente desmemoriada estaba. Solo se siente “traicionada y ofendida”. Bien, el ministro de Justicia, en un mensaje a Ignacio González le deseaba que pronto pasaran “estos líos”. El motivo, que entre personas educadas nunca se desea nada terrible a un compañero. Pero, ¿se puede tolerar que al pueblo, a ojos vista, se le crea tan lelo? ¿Tan bruto de rebuzno? El pueblo clama, el pueblo ya explota y se ve tan ultrajado, tan lleno de impuestos, sin trabajo, empobrecidos. Demencial. La corrupción no está solo en el PP; está generalizada en todos los partidos. Desde Cataluña con los Pujol hasta los ERE en Andalucía, Valencia y un largo etcétera. ¡Todos están embarrados! Y el pueblo español, por su mal hacer, ahogado en ese fango.