Pídeme el voto

Estas líneas van dirigidas a ti que te presentas como candidato al Congreso o al Senado por la provincia de Jaén. Para votarte detállame antes tus acciones en la próxima legislatura con nuestra provincia. No me vale que me expliques las consignas genéricas que te transmiten desde los servicios de comunicación de tu partido, ni que me enseñes la maquetación, diseño y configuración de tu abultado programa electoral. Quiero que me digas en qué áreas te vas especializar, en qué comisiones legislativas permanentes vas a participar, propuestas no de ley o proposiciones vas a colaborar para su impulso, siempre con la provincia de Jaén como referencia. El artículo 67.2 de la Constitución dice que no estarás en la Cortes por mandato imperativo, sino representativo, y como elector, te requiero verme reconocido en tus acciones. Hace unos días, por unas de las calles del barrio de La Magdalena, fui testigo del corte de luz en una casa, precintando el contador. Nuestra provincia acumula una de las mayores tasas de desigualdad económica a nivel nacional, separándose a cada vez más distancia los estratos sociales. Nuestra provincia está experimentando la mayor sangría de habitantes, nuevos emigrantes, de todas las edades, sin oportunidades, que no son retenidos. El tejido productivo jiennense no permite reducir las altísimas tasas de desempleo ni consolidar una oferta diversificada. Quiero que me expliques qué piensas hacer con los cuatro ejemplos que te he puesto, una gota entre el mar de problemas de nuestra provincia. Dime cuántas veces vas a programar tu presencia en nuestra provincia para empaparte e implicarte en sus necesidades, dónde puedo encontrarte y cuál va a ser tu horario. Si tu aspiración es diluirte en el grupo parlamentario, no me pidas el voto. Pero si tu compromiso es tener a esta provincia como referente real en tu trabajo, llámame, sabes donde vivo mirando el censo electoral. Si te parece caro mi voto, también me lo parece a mí el coste de tu escaño en la situación de desigualdad actual. Pídeme el voto, y hablamos.