¿Poda, tala o desmoche?

05 abr 2016 / 09:15 H.

Al proceso de recortar un árbol hecho con cuidado y correctamente para que después se desarrolle con más vigor, se le llama podar. Por el contrario, a la tala se la denomina: “Cortar por el pie un árbol o masa de árboles”. “Quitar, arrancar”. Desmochar: es la poda indiscriminada de las ramas de los árboles, dejando garrones o muñones. Evita que crezcan, dejan de emitir sombra, de reproducir oxígeno e impiden que la fauna que atraían se acerquen a ellos. Los sufridos árboles que componen la mayor arboleda en Jaén, ubicada a lo largo del Paseo de la Estación, son sometidos a una poda alarmante. He visto desmochar sus brazos año tras año, haciendo de ellos unos fantasmagóricos candelabros de madera que crecen hacia las alturas. Siempre han sido motivo de queja: porque anidaban los pájaros (ahora no tienen donde); las ramas se acercaban peligrosamente a las ventanas o balcones; porque quitaban “vista” e incluso también porque iban las ramas a molestar al malogrado tranvía de esta ciudad de “medio porte”. Por no hablar “del problema de las alergias”. Al contemplar en muchas ciudades arboledas y avenidas cuajadas de árboles centenarios, que intuyo han sido cuidados con mimo para su supervivencia, veo como aquí, en mi ciudad, molestan y envejecen prematuramente porque “a brazo que molesta, hachazo que le doy”. Digo esto con respeto a los que saben y porque el trato ha sido más o menos el mismo, independientemente de la corporación que haya gobernado este municipio. Los beneficios de los árboles para el medio ambiente son innumerables y la medicina preventiva para mantenerlos es necesaria, sobre todo si tenemos en cuenta que son un pulmón para la ciudad. Pero, aquí en Jaén, donde resido, el arriate, el parterre y el arbolito de medio porte, junto con un buen enlosado y una hermosa manga riega, hacen las delicias de administraciones y administrados. 18 cortados y 43 en lista, evidencia que no habían sido debidamente tratados, o que sin intención, se les ayudó a enfermar. De cualquier manera, nadie nos dijo a su debido tiempo el diagnóstico para que tenga que desaparecer irremediablemente un bien común, tan escaso por estos lares. ¿Hay alguna explicación?