Prueba exigente

16 nov 2018 / 09:18 H.

No se trata de un partido decisivo. El enfrentamiento de los dos primeros clasificados de la tabla cuando quedan por disputarse casi dos tercios de la Liga, no puede ser considerado como decisorio de nada que no sea confirmar que el Real Jaén sigue su racha invicta incluso cuando se enfrenta al líder. En fútbol una cosa es la diferencia que existe entre los clubes en los despachos, en su organización y estructura, y otra muy distinta la diferencia que pueda existir entre los dos equipos sobre el terreno de juego. Lo que no cabe duda es que, aunque la Liga continúe después, el enfrentamiento entre El Palo y el Real Jaén en el Estadio de la Victoria, el domingo, está despertando extraordinaria expectación.

Un interés que está plenamente justificado porque la afición jiennense aún no tiene una total medida de la valía de un equipo como el jiennense que se deja dominar, superar por adversarios más débiles sobre el papel y que, después, consigue remontadas impensables en los últimos minutos. Hay deseos en ir comprobando que el conjunto de Germán Crespo crece, toma solidez y sabe imponer la iniciativa ante los rivales. El aficionado jiennense sabe sufrir, pero francamente hasta ahora casi todas las victorias de su equipo le han hecho sudar, temer y pasarlo fatal. Mientras se gane todo eso se da con alegría, pero se está jugando al borde del abismo y esto es lo que hay que pedir que cambie en las filas blancas a base de mayor intensidad, apoyo entre líneas, profundidad y brío. Cuando ya hemos visto a más de la mitad de los equipos de este grupo, el Real Jaén tiene que ser líder, porque está programado con muchos más razonamientos que el resto.

No digo que la Liga deba ser un paseo para el equipo blanco. En fútbol las sorpresas son más frecuentes que la lógica y hay que hilar fino, sin descuidos ni concesiones. Ya va siendo hora de que se deje ver que el Real Jaén tiene un conjunto sólido, compenetrado, con pocas fisuras y con ideas concretas. Ante El Palo no va a ser fácil, pero sería la oportunidad más convincente para demostrar que se mejora. Porque aunque el Real Jaén gana, es innegable que tiene mimbres para hacer mucho más y mejor. Y es justo que esta superación se exija. Con esa esperanza, hay que acudir al Estadio de la Victoria dispuestos a apoyar al Real Jaén para que demuestre la solidez de sus aspiraciones, apoyadas por más corazones que ningún otro equipo del grupo.