¡Qué esfuerzo!

05 nov 2017 / 11:33 H.

Escribía García Lorca ¡Qué esfuerzo!/ ¡Qué esfuerzo del caballo por ser perro!/ ¡Qué esfuerzo del perro por ser golondrina!/ ¡Qué esfuerzo de la golondrina por ser abeja! ¡Qué esfuerzo de la abeja por ser caballo!/ Sutil metáfora del desasosiego humano y el camino que escogemos de forma invariable. Qué esfuerzo por ser lo que no somos, por intentar llegar a ser lo que simplemente soñamos, incluso ser solo el reflejo en el particular espejo los propios anhelos. ¿Qué fin endiablado nos moverá a agitar las neuronas para llegar a un destino, cuando las más de las veces ya estamos? Se nos pasa la vida sin percatarnos que el mejor movimiento está en nosotros mismos, querernos en primera persona. Con lo fácil que es no pretenderse poeta sino deleitarse con versos imperfectos, pero propios. Lo sustancial no es ser dueño de una gran explotación agrícola sino sembrar, mimar y ver crecer lo sembrado. En la vida son muchos los motivos que nos pueden llenar de orgullo. Solo una cosa se nos escapará, sin esfuerzo alguno llegará la muerte burlándose del inútil esfuerzo por evitarla.