Qué lección de humanidad

Patricia Ramírez, la madre del niño asesinado en Almería, no deja de darnos lecciones >> “Quiero que esto termine con el corazón de la gente calentito” >> Es, sin dudarlo un instante, nuestra heroína, una madre única, nuestra conciencia más ejemplar

18 mar 2018 / 11:46 H.

Nos ha dado una lección de humanidad de la que, afortunadamente, tardaremos en recuperarnos. Qué lección, de verdad, qué gran favor nos ha hecho. A la Guardia Civil, dándole ánimo permanente para seguir la pista de la vida; a los voluntarios que en masa se pateaban montañas y barrancos en busca de esa brizna de esperanza que nunca se pierde; a su propia familia, centrando el objetivo, que no era otro que buscar al ‘pescaíto’ por encima de todas las cosas, en cualquiera de las circunstancias. Y a los periodistas, tan ensimismados con la farándula informativa y la exclusiva más inmunda, ni los rehuía, ni los dejaba irse de rositas, claro todo, hasta si su labor se excedía, que era casi siempre. Patricia Ramírez, la madre del niño asesinado en Almería, es una heroína, una madre única, nuestra conciencia más ejemplar. Nadie ha sabido callar las redes sociales, nadie hasta ahora, solamente con la palabra, había dejado sin gasolina la basura del esperpento de quienes tiran la piedra y esconden la mano. Absolutamente nadie jamás en este mundo vacío de valores y únicamente con la fuerza de la razón había silenciado a quienes claman venganza, a quienes vomitan odio y a quienes solo viven para hacer daño a los demás. Patricia, nos has colocado frente al espejo de nuestra existencia y lo que refleja nuestra perra vida es una sociedad que merece poco la pena. Es más, podría decirse que está vacía, falta de principios y ensimismada en el linchamiento, sin más justificante que pasar el rato; por nada la jauría se lanza en nombre de alguien, sin que nadie se lo pida. De ahí que esta mujer, nuestra heroína y nuestra conciencia, haya llegado a lo más profundo del alma de quienes aun en el dolor buscamos el camino de la dicha. Cada minuto, cada hora, cada día sin Gabriel Cruz Ramírez han sido minutos, horas y días de desasosiego para todos los hombres y todas las mujeres de bien. “Sabemos que Gabriel ya está en algún lugar con sus peces y que la bruja mala del cuento ya no existe”. “Quiero que esto termine con el corazón de la gente calentito”. Palabras firmes y entrecortadas de Patricia. Qué hermosura de frases, que ejemplo de dolor.