¿Qué queremos?

18 ene 2017 / 11:32 H.

Nuevamente el debate está en la calle. La educación ocupa y preocupa a toda la sociedad, desde políticos con sus iniciativas para derogar y promulgar leyes en fase de implantación, multinacionales que utilizan su fuerte impacto publicitario para influir en los deberes escolares, organizaciones estudiantiles que piden derogación de reválidas, asociaciones de Ampas que se pronuncian sobre deberes o familias que cuestionan casi todo el sistema educativo, desde el peso de las mochilas hasta el calendario escolar, y, como no, la evaluación desde qué hay que evaluar hasta cómo y cuando. El profesorado y resto de profesionales implicados en educación contemplamos y participamos en esta situación de inestabilidad que podría alargarse más de lo esperado. La primera medida para arreglar los asuntos es el ser conscientes de que no nos gusta lo que hacemos, vemos o vivimos y lo cuestionamos en público o privado. Buscamos soluciones basadas en experiencias propias o ajenas que, a veces, nos podrían alejar de ella. Y es que la experiencia acumulada, podría llevarnos a soluciones obsoletas que fueron muy útiles en un momento determinado, pero que en este mundo cambiante, no nos sirven para nada. Qué y cómo enseñar o como enseñar a aprender, así como qué evaluar y para qué, son dos de los grandes retos a cambiar. La sociedad del conocimiento, accesible para todos en tiempo real precisa que los ciudadanos y ciudadanas que formamos, además de ese conocimiento acumulado que tradicionalmente se ha transmitido, desarrolle una serie de competencias básicas que le permitan aplicarlo en cualquier tipo de contextos en los que se desenvuelvan. Esto, debe solucionarlo el sistema educativo con la colaboración de la comunidad educativa que ha de evolucionar hacia otro modelo educativo y de evaluación. Mirar fuera nos ayuda a ampliar nuestro horizonte pero deberíamos empezar a entender que soluciones perfectamente válidas en otros entornos como Finlandia, no son exportables a sociedades como la nuestra en la que basta echar una mirada para comprender que lo que es normal para nosotros, podría ser bastante rarito para los demás. El ejemplo lo dejo para el lector.