Realidad y ficción
La vida, como las monedas, tiene dos caras. Tiene luz y tiene sombras, alegrías y penas, realidad y ficción. Hoy me viene al pensamiento esta reflexión, porque se me han juntado dos noticias, una de angustiosa realidad y otra del éxito de la ficción. La primera hace unos días, que aconteció y no he querido dejar pasar más fechas para hacer un comentario sentido, doloroso, porque se trata de la pérdida de un buen amigo que fue uno de los componentes del grupo conocido por los aficionados futbolísticos como “los siete magníficos”, que tanta incidencia tuvieron en la trayectoria el Real Jaén durante casi toda la década de los años 80. De aquellos siete hombres que tanto trabajo y sacrificio económico ofrecieron al club. Manuel Jiménez García es el cuarto que nos deja para siempre. El primero fue Amadeo Pérez, después Narciso Pérez y hace un par de meses Joaquín Cortizo. Los tres llegaron a ocupar la presidencia del club blanco.
Manolo Jiménez no fue presidente, como no lo fueron Norberto Orihuela, Mateo González y Enrique Delgado, los tres “magníficos” que siguen con nosotros. Ellos tuvieron otras misiones a la sombra tan importantes como la del resto. Manolo llegó al club, sobre todo, por amistad con algunos de los que ya se implicaron y por amor a las cosas de Jaén. Bien merece que en el estadio de La Victoria se guardara un minuto de silencio en su recuerdo, para honrar su memoria.
El mundo de la ficción también vivió uno de los días más importantes que suele celebrar cada año, como es la ceremonia de la entrega de los Oscar, en la que se conceden los premios más importantes del mundo del cine. Esta vez el nombre de España no sonó en la famosa gala, pero está bien que los mayores éxitos los haya acaparado un cineasta de habla hispana, como es el mexicano Guillermo del Toro, un director muy relacionado con el cine español. Su película “La forma del agua” ganó la estatuilla a la Mejor Película, y el Oscar al Mejor Director también fue para este orondo cineasta. Guillermo del Toro atesora importantes premios, como el Goya, que consiguió por su película “El laberinto del fauno”, cuya historia se desarrollaba en España. El director, guionista, productor y novelista mexicano tiene un estilo muy propio que refleja en sus películas, donde el terror y la fantasía juegan juntos para despertar el interés de los públicos.