Reforma
o nueva

Casi cuarenta años pueden dar para poco, o mucho. Los que lleva vigente la Constitución. De actualidad por las tendencias para ir a su reforma, o a su derogación y cambio. En el diecinueve se cambiaba de constitución como de camisa. Porque no se consensuaba sino que la facción dominante la imponía, de ahí su fugacidad. Esto nos debiera enseñar que si no hay consenso de poco valdría o su remiendo o una nueva. Ya han empezado mal estos políticos de poco recorrido y cortas miras. Está claro sin embargo que entrando en materia no se pueden soslayar dos temas fundamentales: la forma de Estado y la organización territorial del mismo. Por eso no se puede encarar el asunto con ligereza. Como docente que he sido he visto abordar el adoctrinamiento constitucional de forma harto superficial y limitada a lo folclórico en la fecha de diciembre (bandera, trajes típicos, algún canto...). Su desarrollo didáctico ha sido, si acaso, meramente formal. No es exagerado decir que los españoles desconocemos su articulado, lo cual viene bien a quienes de ello se benefician.