Reivindico el soñar

03 jun 2018 / 10:37 H.

Cuando los sueños transitan por lo aparentemente imposible, se vuelve más cercana la utopía. Reivindico pues soñar, pedir y exigir. Alentemos los espíritus para creer que nuestra salud esté salvaguardada por un sistema sanitario público; animemos a nuestro jóvenes a creer posible conseguir un trabajo estable, digno y bien remunerado; ese que les permita establecerse, tener una familia, ir de vacaciones alguna que otra vez, incluso que puedan tener una alimentación adecuada. Dejemos volar la imaginación, que eso no hay sistema que pueda arrebatárnoslo, como punto de partida para pensar en una vejez digna, un tránsito apacible en la última etapa de la vida, con una pensión que sea un derecho y no una mera limosna del Gobierno de turno. Soñemos despiertos anhelando que los desahuciados pueden tener techo y cobijo, allá por 1978 se hizo una Constitución donde la vivienda era un derecho. Y cuando despertemos, cargados de energía, de sueños lícitos, pongámonos en marcha y hagamos de ellos realidad. Resucitemos aquel famoso mayo del 68 “seamos realistas, pidamos lo imposible”.