Repoblar

10 may 2016 / 18:00 H.

Antonio Morales, en su tratado sobre “Historia de la ganadería brava en la Sierra de Segura”, me hace rememorar cuán importante ha sido nuestra comarca durante siglos y cómo ha sido esquilmada y despoblada, año a año, gobierno a gobierno. Nunca como ahora. Es incomprensible que una tierra tan rica en historia, en recursos y en personas se halle desdibujada y fuera del interés de cualquier administración, sea del color que fuere. “Sólo cuando se ha intervenido desde el poder para conservar los montes, han salido los montes perdiendo”, dice Morales, con razón. Montes intervenidos y olivar como cultivo único han llevado a la emigración, a la despoblación, a que los jóvenes no procreen y a una población envejecida. Orcera y Segura están en el mínimo de habitantes de su historia. ¿Culpamos sólo al poder de esta sangría? No sería justo. Ha faltado autoestima. No hemos sabido defender nuestro patrimonio. Así nos va. Hacen falta políticas agresivas, pero también proyectos que surjan de dentro. Repoblar la sierra con autóctonos o inmigrantes ¿qué más da? Y crear riqueza con nuevos proyectos agrícolas e industriales, que nos saquen de la endogamia y lleven a la Sierra al esplendor que merece.