Resentidos por la libertad

16 oct 2018 / 12:01 H.

Muchos conocidos de ideas más conservadoras suelen comentar, con un evidente resquemor, que en los últimos tiempos el número de personas homosexuales está aumentando, así como la de aquellos que no se identifican con el género impuesto sobre ellos por la sociedad. Para estas personas tradicionalistas, que curiosamente ni siquiera admiten ser homófobas o tránsfobas, esto es visto como algo negativo, tal vez porque en cierto modo supone una ruptura con el modelo familiar clásico que ellos defienden. Pero incluso obviando el hecho de que no todo lo tradicional debe ser lo correcto o lo mejor, podemos llegar a la conclusión de que sencillamente estamos avanzando como sociedad hacia un mundo más abierto y libre, lleno de posibilidades que hasta hace un tiempo ni siquiera nos habíamos planteado y donde, poco a poco, podemos llegar a ser nosotros mismos, ya que tenemos la oportunidad de indagar en distintos caminos hasta encontrar el nuestro. Por eso no termino de entender cómo a alguien puede molestarle que otros lleguen a ser más felices sin hacerle daño a nadie.