¡Salvados!

18 jun 2018 / 08:28 H.

Ya fue desalojado Rajoy del Gobierno. Triunfó el variopinto arco parlamentario, dispuesto a votar “lo que sea” con tal de acabar con el partido que, en su día, ganó las elecciones. Ya podemos respirar tranquilos quienes somos pensionistas: nos lloverán las subidas cada fin de mes. El independentismo catalán será sofocado, como por arte de magia. Nunca más habrá que denunciar adoctrinamiento político en las escuelas. ¡Se podrá hasta estudiar en castellano en Cataluña! La corrupción ya no formará parte de las cotidianas tertulias. Ningún político saldrá “desleal” ni usará el poder para enriquecerse. Ya no hay casta: todos están dispuestos a renunciar a sus privilegios. Nada de aforamientos, nada de inclusiones en regímenes distintos al ordinario de la Seguridad Social. Obligación por ley de no poder dedicarse más de dos legislaturas a la vida pública. Efectiva democratización interna en el seno de los partidos. Drástica reducción del gasto público superfluo, para aliviar los impuestos de los sufridos trabajadores. Eliminación de cargos a dedo y de instituciones innecesarias. Total transparencia en el manejo de sueldos y de asesores. ¡Qué torpes hemos sido al votar, hasta ahora, los españoles! ¡La de milagros que puede obrar una moción de censura! ¿O no?