Sálvame USA

Ganó uno de los dos malos. Perdió uno de los dos peores. USA ya tiene su sálvame particular con cabeza pajiza y mofletes rojos. Lo que nadie sabe a estas alturas es si el pueblo gana o pierde. Lo que se sigue sabiendo es quién no pierde nunca. Cambiará el cromo en un retoque de maquillaje pero todo seguirá igual. El poder real continuará en manos de la gran industria armamentística, farmacéutica, en la banca, en esos oscuros despachos en los que hombres sin rostro conocido deciden, diseñan y controlan. Trump no fabricará murospara contener mejicanos, ni expulsará inmigrantes, ni le dirá al fiscal general que entruye a la Clinton, ni anulará los tratados comerciales. Tampoco bajará impuestos ni le dará trabajo a los desheredados. Paseará su populismo barato por medio mundo y le tocará el culo a su linda mujercita. Y consumido su ego particular dentro de cuatro años lo enviarán a un retiro country para con su colt 45 recordar historias del viejo oeste. Si por casualidad se nublara su cabeza los americanos saben elegir alguna ventana de alguna biblioteca pública por la que asomar el cañón reluciente de un calibre 22. Nunca el peligro vendrá de un gallo cacareante con cresta de panocha.