Salvar la Catedral

Siempre me ha parecido que una ciudad es acogedora e importante en la medida en que cuida sus monumentos y su patrimonio; no solo se ve con los ojos sino que también nos muestra el cuidado, el cariño y la importancia que se le da al propio legado. Hablar de Jaén es hablar de su catedral que sigue emergiendo en el corazón de la ciudad. Debería ser ese punto referencial jiennense y jaenero que habla no solo de la fe de un pueblo sino también de una forma de ser y de entender el sentimiento de ser de Jaén. Cuidar el entorno, mimar su conservación, arreglar sus techumbres requiere el esfuerzo y la inversión de todas las administraciones. La Catedral nos habla de este Jaén que queremos seguir construyendo haciéndolo más habitable y humano donde nadie se tenga que ir ni tenga que renunciar a un futuro esperanzador. Cuidar y mimar la Catedral y su entorno es apostar por lo referencia más importante que tenemos pero, a veces, uno tiene la impresión de que su falta de cuidado es una expresión de la indolencia y el abandono que también se refleja en nuestra capital y en la provincia. Si todos los jienenses nos uniéramos en este proyecto de cuidado y promoción de la SEO otro gallo nos cantaría. Las cosas irían mejor.