el tiempo

04 jun 2017 / 11:43 H.

Se nos fue mayo tan rápido como un suspiro. En Jaén el tiempo coge una dimensión diferente. Será que estamos tan acostumbrados al paso de los meses sin que nada ocurra, que los transitamos de forma precipitada. Se nos escapan los años y seguimos con las mismas cantinelas de hace décadas. Jaén envejece viendo como los trenes se marchan, como las estaciones se cierran. Visualizamos un trazado que dicen será alguna vez para un tranvía, observamos como las autovías tan prometidas no avanzan. Padecemos bajo el miedo a concentrar almazaras, crear estructuras sólidas y más viables para nuestro aceite de oliva. La creación de industrias de maquinaria para el olivar es una entelequia. Así llega junio, como aquellos otros junios pasados. Y se nos irá, nos hará más mayores, de forma precipitada. Cada vez entiendo mejor la sabiduría popular, esa que hace de las fiestas y romerías un algo especial. Ya que parecen empeñados en quitarnos el futuro, hacemos del presente nuestro acontecimiento. Llega otro verano y con las fiestas al menos el tiempo se convertirá en alegría.