Sentimiento persistente

28 feb 2019 / 13:34 H.

Cuando un estado afectivo perdura con disgusto o enfado hacia alguien por considerarlo causante de cierta ofensa o daño sufridos y se manifiesta con palabras o actos hostiles lo llamamos resentimiento. Con el resentido es difícil convivir, pues siempre tendrá a mano motivos, quejas o sin razones que echarle en cara al prójimo o hacerle sentirse mal y responsabilizarle de ser el culpable de su propio malestar físico o psíquico. ¡Ah!; y si el resentido es una persona influyente o se erige y/o lo eligen líder, mal andamos: será el peor ejemplo a seguir por todos. La psicología sigue estudiando si la persona resentida nace o se hace, sin llegar a un acuerdo; pero lo que sí aconseja es huir de ese individuo tóxico que pretende amargar cada momento de su vida y de todo el que le rodea, ya que siempre batallará para que sus sentimientos negativos de odio, envidia, revancha... primen sobre otros, usándolos como moneda de curso legal en su entorno diario. No nos debe extrañar que guerras y rencillas cotidianas sigan existiendo mientras no se produzca la auténtica revolución social y personal: convencer al resentido que ha de trocarse en persona amable por bien propio y ajeno.