Sociedad cambiante

05 jun 2016 / 10:25 H.

Recuerdo las palabras del cardenal Martini que expresaban el retraso de casi 200 años de la Iglesia con respecto a la sociedad, a pesar de que el gran acontecimiento eclesial del Concilio Vaticano II intentó poner en sintonía a la Iglesia Católica con un mundo. Luego vino el miedo a una sociedad cambiante y desafiante que encerró nuevamente a la Iglesia más en las trincheras que en el diálogo. Asuntos como el celibato obligatorio, la homosexualidad, el papel de los laicos y el de la mujer... Y así, tantos temas que evidencian los frentes que la Iglesia encuentra desafiantes ante un mundo que cambia cada día más. Nunca podré entender que haya sacramentos para hombres y mujeres cuando “todos sois uno en Cristo Jesús”. La contribución de la mujer en la Iglesia es muy importante; en las zonas rurales son ellas las que mantienen vivas las comunidades cristianas. Su papel en la Iglesia necesita un estudio profundo desde un diálogo libre y evangélico. El Papa ha apelado a la mirada propia de las mujeres y reivindica que tomen decisiones en la Iglesia. Abrir caminos desde el Espíritu nos ayudará a integrar a la mujer en la organización de la Iglesia y hacer más creíble su misión salvadora en el mundo.