Solo puede quedar uno

18 may 2017 / 10:16 H.

Hace ya un año desde que decidí salir del averno de la política y recuperar la gloria de mi vida familiar y profesional, aunque los medios de comunicación y las redes sociales, infatigables, me tiran cada día de la lengua y de las neuronas. Escuché con atención el pasado lunes el debate de los candidatos a la Secretaría General del PSOE y debo confesarles que sentí congoja. Dos candidatos en continuo tira y afloja para ver quién se cae primero y un tercero que intenta ejercer de casco azul, de mente preclara y conciliadora. Por otro lado, la formación morada, con su líder omnipotente, ha sabido convertir con sus conjuros los garbanzos negros en decorativos jarrones chinos, bajo el lema “muerto el perro se acabó la rabia”.

Jaén tampoco se libra de las guerras internas en sus formaciones políticas, socialistas divididos y una vergonzante disputa por el liderazgo del PP provincial, donde los tejemanejes hacen que la democracia interna brille por su ausencia. En fin, tremendo panorama nos espera, cuando la clase política está más pendiente de sentar sus posaderas en un sillón que de los problemas de la ciudadanía. Para ellos, como en la película Los inmortales, solo puede quedar uno.