Sorpasso

11 may 2017 / 10:17 H.

Lo peor no es equivocarse, lo peor es seguir equivocándose, lo peor es creerse que lo que uno sabe es dogma. Julio Anguita y su idea fija, “el sorpasso”. La inquina entre el socialismo y el comunismo es vieja. Para acelerar el proceso Anguita no dudó en aliarse con la derecha y con sus medios de desinformación. Hubo unos momentos en los que creyó tener ya a mano la fruta madura, Felipe González cayó en el 96. ¡Las ganancias de tanto trabajo concertado se las llevaron las derechas de Aznar y gobernó ocho años! Dejó pasar a la derecha pero no acabó con el socialismo. Y ahora a lo mismo. Vio Julio Anguita ascender un nuevo amanecer que se prometía fulgurante, lo dirigían jóvenes teóricos del más puro marxismo/leninismo que corrieron emocionados hacia él. Lloraron juntos. Tenía el instrumento eficaz para lograrlo. Superadas las elecciones solo había que ir forzando la máquina. Porque llegaba el sorpasso. El socialismo, descalabrado. Sigamos en ello, porfiando, se dicen sus acólitos y a fe que lo hacen. Y ahí está, digo, Mariano Rajoy otros cuatro años.