Teatro

23 may 2017 / 11:28 H.

Teatro: nombre griego de mirar... Tercer género, tras la narrativa y la poesía. Nace para ser representado (la función del juglar es teatral y empezó a escribirse para que los actores memorizaran su papel). El teatro lo formaban el director y los actores y nace como tal cuando aparece el público. El dramaturgo, actor y director escénico Lope de Rueda, crea las primeras compañías teatrales. Se crean los primeros espacios aprovechados para la representación, nacen los corrales de comedias (hoy se conservan el de Alcalá de Henares-1601 y Almagro-1628) gestionados por cofradías que sufragaban causas benéficas. Existían a la entrada, las alojerías, donde vendían hortalizas (cuando la obra no gustaba se tiraban tomates). Acto- entremés-segundo acto- entremés- tercer acto y baile final (se entendía como una fiesta). Por trabajar en el proscenio muchos asesinarían. Sobre el escenario sobreviven mil dudas y pesares a causa de la adrenalina que hace temblar la pierna de la actriz. Pero sagaz y con la palabra presta, la actriz, libera la tensión de ese instante incómodo de la actuación en el que el tiempo parece que se detiene mientras la sangre se hiela. El actor elabora una ficción sobre el escenario y se juzga según el gusto de la directora, que después de varias lecturas del texto, lo eleva a definitivo en la memoria de un cuadro entusiasta de actores y actrices, que finalmente, el día del estreno, terminan por asociar la palabra precisa con el gesto exacto..., dentro del teatro es como si las siete virtudes del artista, fueran acosadas por siete vicios aún por corregir. El estilo y el lenguaje de la obra teatral de Bertolt Brecht tiene el privilegio de concienciar al espectador y hacerle pensar. Educa a través de lo que ocurre en la escena, sobre la que se construye y destruye, en una intensiva búsqueda por mantener el equilibrio entre innovación y adaptación. Varían los movimientos de la coreografía, pero lo que no se traiciona jamás es el espíritu del creador del grupo, el mismo que se sube al escenario e intuye que el objetivo está al alcance de la mano. Lectura introspectiva, igual de amante que enemiga, con ella se adquiere cierta complicidad clandestina con un personaje al que se termina cogiendo el pulso y la medida. Al teatro asisten gente de toda clase y condición y se entretienen entre acto y acto con el ingenio de teloneros que mantenían el interés del público. El teatro es tan antiguo como la Atlántida, pero con la salvedad de que no está condenado como esta a su desaparición. Atrezzo y Tramoya para la puesta de escena teatral que mezcla lo cómico con lo trágico. Escaparate de vanidades salvadas, de pruebas superadas. Tremendamente culto y prolífico, Lope de Vega, dramaturgo del pueblo, conserva la unidad de acción y con un aire más libre, convierte la actividad teatral en el espejo en el que mundo se mira, eso lo sabe la directora, sabedora de cuantos secretos humanos y divinos hayan de conocerse, y con su magia, acaba con la falsedad de una escena cualquiera... Comienza con cara demudada el día del estreno, la incredulidad se le refleja en el rostro, pero hora y media después, los aplausos venidos del público enjugan todo el esfuerzo realizado. Y como si tal cosa, huye del elogio y se refugia, haciendo mutis por el foro, en su infinita humildad.