Teatro, juventud y esperanza

15 mar 2017 / 11:15 H.

Todas las armas son buenas si sirven para luchar contra el machismo y la violencia de género. Para mí, esas armas son más válidas aún si no están forjadas en metal sino construidas con palabras. Hace una semana, un grupo de actores aficionados de Alcaudete interpretó una obra de teatro en el instituto de esta localidad para chicos entre catorce y dieciocho años. Nadie es ajeno al ambiente que hoy en día se vive en las aulas, a la falta de respeto que muestra un grupo demasiado elevado de alumnos ante cualquier actividad que se realiza, al escaso interés por la política o los problemas sociales. Aunque no todos nuestros jóvenes son iguales. Lo pude comprobar el ocho de marzo en el instituto. Ante la tragedia representada, esa violencia contra la mujer que puede venir desnuda y demoledora como un puño cerrado o recubierta por el sutil velo de un amor falso, hubo quien se mofó y no hizo caso, pero también quien levantó la voz, con los ojos húmedos, para pedir a sus compañeros que se callaran. Así es, no lo duden, en nuestra juventud aún habita la esperanza.