Todo está dicho

17 jun 2016 / 10:15 H.

Los candidatos al Gobierno español seguirán hablando hasta el último minuto. Pero la verdad es que tras el debate a cuatro, todo está dicho. Pasa siempre. Decirse se dice todo, pero hacerse se hace menos o casi nada. Por si había dudas ya cada español sabe lo que ofrece y pretende cada uno de los cuatro grandes candidatos. ¿O no lo sabe aún?

Si todavía no se ha enterado no crea que es que usted es duro de entendederas. No vaya a coger un trauma por ello, porque si hacemos un examen detenido, la verdad es que no se entiende a ninguno de los cuatro, entre otras cosas, porque ni ellos mismos están demasiado seguros de lo que dicen. Yo vi y escuché el debate y no saqué absolutamente nada en claro. Y lo que menos entiendo es cómo, tras escucharles, hay quien se atreve a decir que ganó uno u otro. Con lo que dijeron lo que es difícil que ganemos somos los ciudadanos.

Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera llegaron con la idea fija de lanzar sus dardos contra Mariano Rajoy, que sólo se defendía con poco más de aquello de “y tú más”. El único que llevaba un interés añadido era Iglesias quien, además de tratar de hundir a Rajoy, intentó desesperadamente “enamorar” a Sánchez, a quien no dejó de tirarle los tejos de una manera que empezó causando risa y terminó por aburrir. Del problema de los españoles se habló poco y de unas posibles soluciones creíbles, casi nada. Eso ya se irá improvisando con el tiempo. Es difícil que disiparan las dudas de los votantes que aún se lo están pensando. Ya se verá. De momento, según dicen las encuestas, llevamos el mismo camino que recorrimos en diciembre y que fue un fracaso. Ojalá que no sea así porque el país no está como para seguir perdiendo tiempo y dinero en más comicios.

Y si en la campaña electoral está casi todo dicho, a la Selección Española de Fútbol le queda mucho que decir en el Europeo de Francia. Hasta ahora no dijo más que una palabra, ante Checoslovaquia, y le costó mucho pronunciarla. Fue Piqué quien rompió la mudez atacante de los de Del Bosque. Hoy, España tiene otra vez la palabra para convencer a Turquía de que la Roja es mejor y está dispuesta a demostrarlo con otra victoria, a ser posible, menos angustiosa. Los jugadores españoles tendrán que currárselo con su sudor, porque en este lance las urnas no tienen nada que decir.