Todo un campeón

20 mar 2018 / 08:56 H.

Hace casi 40 años, un entrañable amigo vino a verme para pedirme que colaborara con él en dar a conocer y fomentar el fútbol sala en nuestra ciudad. Pepe Román —el amigo del que les hablo— era delegado de aquella institución que se llamó Educación y Descanso, que dio apoyo a infinidad de actividades artísticas, culturales y deportivas en nuestra ciudad. Le di mi incondicional colaboración como periodista deportivo y como miembro de la Peña Cantera que yo mismo fundé con la valiosa ayuda de muy buenos amigos. Fue esta peña la que organizó los primeros campeonatos, en los que participaron numerosos equipos de empresas y colectivos de Jaén. Equipos en los que jugaron grandes jugadores veteranos que habían triunfado en el Real Jaén, como Reina, Mesa Cruz, Haro, Hopa y algunos más. El fútbol sala prendió pronto y fue tomando auge. Se organizaron partidos amistosos entre la selección de veteranos de Jaén y las de otras provincias e, incluso, se llegó a jugar en La Salobreja un partido internacional entre España y Brasil, en el que despuntó el jiennense Manolo Rueda. Después, Educación y Descanso desapareció y también lo hizo la Peña Cantera, y la expectación fue bajando notablemente.

Años después, la llama del fútbol sala prendió de tal manera que hoy es una lumbre espectacular que calienta el ánimo de millares de aficionados jiennenses. Todo gracias a un grupo de hombres, con el apoyo de la Diputación Provincial, que fundaron el Jaén Paraíso Interior, club que en pocos años ha dado gloria y popularidad a nuestra ciudad con sus brillantes campañas e increíbles éxitos. El domingo brotó un hervor que puso en ebullición los corazones jaeneros cuando el Jaén Paraíso se alzó, por segunda vez en tres temporadas, con la copa que le proclamaba campeón de España, tras vencer en la final a un rival de muchas más posibilidades económicas y fama, el Inter Movistar.

No voy a ocultar que yo fui de los muchos miles de jiennenses que se emocionaron ante el televisor y que aplaudí entusiasmado el triunfo del equipo amarillo. Hace mucho tiempo que el otro fútbol, el de campo grande, no me da esas alegrías. Así que aplaudo —y sigo aplaudiendo— a los rectores del club, a los jugadores y, sobre todo, a su técnico, Dani Rodríguez, que ha sabido llevar al equipo con sabiduría y con mucho afán y trabajo durante los varios años que lo lleva dirigiendo.