Transfusión que no llega

01 dic 2017 / 09:41 H.

No sé si ocurre igual en otras provincias, o si se trata de algo que se registra de manera exclusiva en esta tierra —espero que no—. Cada vez que surge algún proyecto o demanda importante, inmediatamente se entra en un confuso laberinto que cada vez aumenta sus recodos y vías sin salida, hasta el punto de que es prácticamente imposible para el común de los mortales recuperar la hebra de la madeja. Tenemos ejemplos a cascoporro. Baste mencionar el Museo Íbero que afortunadamente se inaugurará —eso sí, con exposición temporal— el próximo 11 de diciembre. Pero si se echa la vista atrás, dar a luz a tan esperada infraestructura cultural ha sido todo un parto, y no de una criatura, sino más bien de quintillizos. Con lo llovido desde que se reivindicó hasta su apertura se podrían llenar varias veces todos los pantanos de la cuenca del Guadalquivir. Y como este caso, muchos, demasiados. Ahora en el “top” del debate se encuentra la Intervención Territorial Integrada (ITI). La clave está en el marco que debería beneficiarse de los fondos destinados a “resucitar” territorios de capa caída... Y es que prácticamente toda la provincia necesitaría varias transfusiones para dar vida a este enfermo al que el desempleo, la emigración y la falta de apoyos se lo van a llevar al otro barrio y sin esperanza de vuelta atrás.