Un otoño que quema

22 sep 2017 / 11:20 H.

Ya estamos en otoño. Al menos, eso es lo que dice el almanaque. Otra cosa es la realidad, que cambió bien poco. Siguen los calores y sigue la sequía. Y lo que es mucho peor, siguen los mismos políticos en el panorama nacional. Unos políticos que están jugando con fuego y mantienen en ascuas a la población. Ya se vio notoriamente que, en este país, la democracia brilla por su ausencia. Cada uno se fabrica una democracia a su medida, a su conveniencia, y mandan al garete la Constitución y las leyes del Estado. Había leído y escuchado historietas increíbles sobre lo que son capaces los partidos políticos cuando tienen que repartirse la tarta nacional. Pero creía que eran exageraciones de quienes eran de una u otra parte. Pues, no. La verdad es que se quedaron muy cortos en sus apreciaciones.

Los episodios lamentables y hasta vergonzosos que nos está ofreciendo el dichoso referéndum catalán son deprimentes. Jamás he visto gente con la cara más dura que los dirigentes del separatismo. No entiendo cómo hay personas que les den crédito. Hacen juegos de mano con la democracia, intentan una independencia ilegal y no atienden a razones. Ellos van por mitad de la vía y siguen esperando que se aparte el tren. El caso es que nadie sabe lo que este conflicto nos pueda deparar de aquí al 1 de octubre. Y mientras, Joseph María Bartomeu, que no tiene bastante con sus problemas con Hacienda y los quebraderos de cabeza que aún le produce el traspaso de Neymar, hace público un comunicado en el que el Barcelona expresa su adhesión con los independentistas. Ya me dirán ustedes la falta que hace que un club de fútbol se meta en estos fregaos.

Yo tengo la impresión de que Bartomeu y los suyos están convencidos de que el referéndum no se celebrará y que lo de hacer de Cataluña una república quedará para otra ocasión. Lo digo porque no creo que los directivos catalanes ni los muchos miles de seguidores del Barça quieran que su equipo deje de competir en la Liga española, precisamente ahora, que el Real Madrid está en horas bajas. Claro que si, llegado el caso, la Federación Española excluye al Barcelona de la Liga, Puigdemont dirá que eso no es democracia. En fin, lo mejor de este inicio del otoño es que hoy es el cumpleaños de mi nieto Miguel Ángel. Con eso ya soy feliz.