Un verdadero placer

02 jul 2017 / 10:37 H.

Mi queridísimo don Antonio: Un tema: ¿qué hacemos con los niños en verano? Como hablaba con la hija de Francisca, muchos padres se plantean como un verdadero problema lo largas que son las vacaciones de sus hijos. Cabría aquí preguntarse, como en demasiadas familias pasa, si los niños incluso nos molestan. Y si esa es una pregunta que se hacen los padres, ¿no cabría pensar entonces en por qué los tuviste? Al principio, se les veía muy graciosos, pero luego parecieran pasar a ser un problema para nuestros planes y deseos personales. Sería bueno pensar en esto. A todo padre le preguntas, y su hijo es lo primero, cuando los hechos demuestran, en demasiados casos, que es lo segundo, porque, como usted suele decir, don Antonio, “todo el mundo va a lo suyo, menos yo ... que voy a lo mío”. Muchas veces es como si los hijos se hubieran cosificado, convirtiéndose en una pertenencia más de los progenitores que requiere muchas necesidades. ¿Estamos preparados para ser padres? El problema que vemos, la hija de Francisca y yo, en definitiva, es social y personalmente estructural. Nos ha comido vivos el egoísmo, dejando de lado el verdadero placer que es dar a los demás, incluso, antes que a uno mismo.