Una gran españolada ejemplar

29 jun 2016 / 17:00 H.

Parece ser que nuestro país no está para esnobismos “brexitdianos”. Los hispánicos dejamos para otro momento las aventuras del antitodo, quizá para cuando tengamos la barriga llena. El mandato de las urnas parece claro y no se perdonaría más irresponsabilidad. Toca marcha de paso liguero para recuperar el tiempo perdido en soflamas idealistas. El parado, el dependiente, el excluido en general y en especial el que espera algo bueno de su país no puede más. Toca dejar atrás la justificación de la corrupción, los bloqueos, los no irracionales, para apostar por nosotros mismos como país capaz de dar ejemplo en la superación de lo difícil, de las situaciones comprometidas. De lo que asusta no se huye, se afronta, y el resultado electoral marca ese camino, dejando a la altura del betún a los británicos cobardes, que sin tener ni de lejos nuestra crisis económica, no ven más allá del exceso —según ellos— de mescolanza racial en sus tierras. Al que haya ganado: ejemplo y gobernanza; el que crea haber perdido: aceptación y responsabilidad. Sí es sí.