Una ventana a la historia

14 ene 2017 / 20:53 H.

Si ya visitar un kiosco de prensa es un placer en sí mismo por cuanto cada uno de ellos atesora día tras día, hoy ese placer se multiplica por cada uno de nuestros sentidos, incluido el del recuerdo.

Diario JAÉN, de la mano de Juan Espejo al timón y de Manuela Rosa al mimo de las teclas, nos ha regalado —no hay otra expresión más acertada— una ventana a la historia de Juanito y Luisa, es decir, al afamado y querido Restaurante Juanito de Baeza.

Me apropio del título del artículo de Juan Espejo que termina el excelente libro que hoy sale a los kioscos y me atrevo a certificar que, en efecto, Juanito y Luisa alimentaron, alimentan y seguirán alimentando esa “Alacena de la vida” en la que brilla con luz propia nuestro exquisitamente elevado a los altares por ellos, aceite de oliva virgen extra.

Si mencionaba los sentidos al empezar esta pequeña y casi emocionada reseña no era sino por esa botella, tesoro gastronómico, que acompaña a la cuidada edición. Una gloriosa aventura para gusto, olfato, vista, tacto... Ese aceite del que manan no solo los efluvios de la aceituna acariciada por el amor de quienes la cuidan, sino también los salutíferos “vapores” —que dirían los antiguos— que nos ayudan a que la comida sea algo más que un alimento.

No puedo por menos que recordar la primera vez que acudí al restaurante, allá por los años ochenta, y la impresión de ver a Juanito entre las mesas, saludando y ofreciéndose él mismo casi como parte del menú. De aquel encuentro rescato el primoroso y suave sabor de la ensalada de perdiz y, cómo no, el asombro ante la colección de imágenes que decoraban las paredes y que, desde entonces, han crecido en todos los aspectos.

Enhorabuena a Luisa, a sus hijos, a Manuela, a Juan, a Diario JAÉN, y a Juanito, instalado en los manteles celestes, por darnos esta oportunidad de afianzarnos en la idea de que, como indica el título del libro, eso que sospechábamos de que estábamos ante una historia de amor, sacrificio y trabajo no era sino la más sincera realidad.