Viva Santa Catalina

25 nov 2016 / 11:47 H.

Hoy, 25 de noviembre, Jaén celebra el día de su patrona. La fiesta gira en torno al cerro que lleva su nombre, y a cuyo pié, se extiende una ciudad que vista desde este otero, su casco antiguo tiene la misma forma de un lagarto. En el recinto amurallado del castillo, y junto a la torre del homenaje, se encuentra la capilla dedicada a Santa Catalina de Alejandría, que en un tiempo fue parroquia. Santa Catalina nació en el seno de una familia noble de Alejandría, Egipto, en el año 290. Era una estudiosa a la que al parecer, una noche se le apareció Cristo, y desde ese momento decidió consagrarle su vida, considerándose desde entonces su prometida. —El tema del matrimonio místico es recurrente en el este del Mediterráneo y en la espiritualidad Católica—. Tuvo un enfrentamiento con el emperador Majencio, sobre quién era el verdadero Dios, siendo condenada a la tortura, utilizándose para ello un artilugio formado por unas ruedas con cuchillas afiladas. Según cuentan, las ruedas se rompieron al tocar el cuerpo de la Santa, que no sufrió daño alguno. De aquí dos de los símbolos con los que se le representa, como son la rueda arpada y la espada. También se le representa con una corona, símbolo de la realeza y con un libro, símbolo de la sabiduría. La romería de Santa Catalina ha tenido muchos altibajos, volviendo a resurgir en la década de los sesenta, cuando se creó la actual cofradía, que es la que lleva el peso de la celebración. Este día el cerro se llena de jaeneros, comiendo las típicas sardinas asadas con sus correspondientes aceitunas de cornezuelo, que es lo que corresponde a estas fechas. Es cuando más gente se asoma a la Cruz, que por cierto, tiene una bonita y antigua historia. Cuenta la leyenda, que cuando las tropas de Fernando III el Santo rindieron el castillo en la primavera de 1246, el capitán que las comandaba, desenvainó su espada y la clavó en el suelo como signo de posesión, sirviendo la espada de pequeña cruz cristiana que se podía contemplar desde todos los puntos de la ciudad. Gustó esto al rey Santo y decidió, que a partir de aquel momento, hubiera siempre una gran cruz en aquel lugar que recordarse la conquista cristiana y que además, pregonara a los cuatro vientos el dominio castellano de la antigua medina. El cuidado de la misma se le encomendó a las monjas de un convento de Franciscanas Clarisas, indicándole que era voluntad del rey, que la cruz no faltara nunca de aquel lugar. A causa del viento de nuestro Jaén, la cruz calló varias veces, por lo que a primeros del siglo XX, la familia de Juan José Balguerías, se ofreció para costear una nueva cruz, lo que fue aceptado por la iglesia, adoptando el compromiso que hasta entonces tenían las monjas. La actual cruz de hormigón armado, se terminó en octubre de 1951, siendo costeada y donada al pueblo por los hermanos Dolores y Eduardo Balguerías Quesada. En la piedra que sirve de base a la actual cruz, podemos ver tallado por el cantero Antonio Prieto, el “soneto a la cruz” del poeta Antonio Almendros Aguilar. Casi nadie de los que suben a la misma saben donde se encuentra, ya que hay que salirse de la barandilla por una pequeña vereda, y es entonces cuando podemos leerlo: Muere Jesús del Gólgota en la cumbre. La fiesta es muy jaenera y familiar, pero creo que se debería de buscar la manera de sacarle un poco más de partido, ya que a parte de la procesión de la imagen, no hay actividad alguna destacable. Aprovechando la enorme afluencia de público que se concentra por el solo hecho de celebrar el día de la patrona, y a la cota a la que se encuentra la zona, se podrían realizar actividades en las montañas de alrededor que pudiesen ser contempladas desde el cerro como: parapente, globos aerostáticos, exhibición de vuelos de drones y aviones ultraligeros, carreras de orientación etc. Estoy convencido que contactando con los diversos clubs que practican estas materias, estarían encantados de participar, ya que a todo aquel que practica una disciplina atípica le gusta darla a conocer y en este lugar tienen el público asegurado.