Volver por Navidad

14 dic 2018 / 09:20 H.

No es solamente una costumbre, una tradición casi sagrada, eso de volver a casa por Navidad. Se trata de un legítimo deseo. Ya mismo comenzaremos a ver por las calles de nuestra ciudad esas caras de viejos amigos que trabajan y viven lejos de su tierra, esta tierra nuestra de Jaén. Es una de las muchas buenas cosas que nos trae la Navidad. No sé si el ambiente navideño tuvo algo que ver, pero hace unos días volvió un jiennense. No, no es que estuviera lejos de nuestra capital. Vivió siempre entre nosotros, y su vuelta fue para participar de la vida pública después de algunos años en los que se mantuvo apartado y tranquilo. Miguel Jesús Segovia Martínez regresa, pero esta vez no lo hará en nombre de ningún partido político, sino para tratar de defender a muchos partidos, todos los que le quedan por disputar al Real Jaén, dentro y fuera del terreno de juego.

Miguel Segovia es un hombre muy popular en nuestra ciudad porque siempre figuró en frentes que defendían los derechos de Jaén. Nació el Viernes Santo de 1958, y fue siempre fiel devoto de Nuestro Padre Jesús. Es licenciado en Ciencias Químicas y doctorado en Farmacia. En 1995 fue tentado por la política a través de una petición de su excelente amigo Alfonso Sánchez y fue teniente de alcalde de Asuntos Sociales de 1995 a 1999, y después, otra legislatura como primer teniente de alcalde de Urbanismo. Finalmente, salió de la política y continuó con su trabajo en la Universidad. Miguel fue un político que se hacía notar, que hablaba fuerte y claro. Pero ya hace unos años que no se escuchaba su voz.

Ahora, Tomás Membrado, presidente del Real Jaén, logró su colaboración y Miguel Segovia es ya un nuevo consejero y portavoz de la junta. Eso quiere decir que Miguel vuelve a tomar la palabra. Francamente, no sé si era esto, un portavoz, lo más urgente que necesita el club blanco para tratar de encarar debidamente sus problemas. Pero si el presidente así lo estima, habrá que esperar a que el tiempo nos diga qué beneficios tendrá esta nueva incorporación. Yo, francamente, espero que Miguel Segovia, a quien me une una buena amistad, aporte sus conocimientos y experiencia, que esas pocas diferencias existentes se limen y toda la familia blanca se una sólidamente en torno al club. Al menos, sabemos que Miguel, si no ha cambiado, es de los que llaman al pan, “pan”.