Whatsapp

21 dic 2015 / 09:24 H.

Si es que el Whatsapp lo carga el diablo. A partir de esta misma semana nuestro smartphone se va a empezar a llenar de mensajes, imágenes, memes sobre felicitaciones y chascarrillos navideños. Una aplicación tan útil (gratuita e inmediata) como peligrosa, que nos hace sentir más próximos y cercanos a nuestros semejantes pero que a la vez nos aísla e interfiere negativamente en las relaciones interpersonales. Qué frecuente es esa imagen de una pareja o un grupo de amigos reunidos tomando algo y sin casi hablar entre ellos, eso sí, mirando sus respectivos móviles.

Andrés ahora mismo está en línea, pero aún no ha respondido mi mensaje de hace dos horas. Ana se conectó por última vez a las cuatro de la madrugada y Alicia hace cinco días que no se conecta. Son algunos de los datos que podemos conocer echando un simple vistazo al Whatsapp. Datos que, en ocasiones, hasta nos pueden comprometer. Hablando sobre esta aplicación, me contaba un conocido que recientemente había sufrido la pérdida de un familiar que muchos de los pésames los recibió a través de este sistema. También son frecuentes las felicitaciones de santos, cumpleaños y demás celebraciones. Ahora seguramente se felicite más que antes de la era Whatsapp, pero mucho menos de verdad, de esas felicitaciones que se dan mirándonos a los ojos, con un fuerte apretón de manos, con un abrazo. Mirando datos sobre este tema leo un informe del año pasado, un estudio elaborado por CyberPsychology and Behaviour Journal, según el cual, alrededor de 28 millones de parejas de todo el mundo han roto por culpa de Whatsapp. Pero es que sigo informándome y veo que el 45 por ciento de los españoles no dejamos el móvil ni para ir al baño y el 27 por ciento guardamos información que no nos gustaría que viera nadie. Con razón dicen eso de que no hay película de terror que supere la sensación de tocarse el bolsillo y no sentir el móvil. Nos estamos deshumanizando entre tantas muestras virtuales de cariño y arropo. ¡Felices fiestas, señores y señoras! Con muchos besos y abrazos, pero de los de verdad.