Y volver, volver, volver

De aquí, de Jaén, salen hacia Argentina casi cuarenta viajeros empedernidos, curtidos en otros largos viajes turísticos hacia puntos bien lejanos del globo: China, Estados Unidos, casi toda Europa. Van coordinados por Pepe Jaén, profesor jubilado, experto en estas lides. Bajo la experiencia de una empresa de viajes muy jaenera. Cuando estas letras vean la luz periodística, nosotros estaremos viendo la luz del lejano hemisferio austral. La tradición viajera de nuestros paisanos es conocida por los expertos historiadores. Incluso ahora recuerdo documentos de nuestro Archivo Municipal en los que, bajo la monarquía de Felipe II (segunda mitad del siglo XVI) se entregaban ciertas tierras vírgenes (incultivadas) a paisanos nuestros, si se iban a vivir la Argentina (país de la plata, como su nombre indica). Ahora es bien distinto. Jaeneros amparados en la solvencia de la moneda euro y en sus pensiones, gastan sus ahorros en ver nuevas tierras, recordar nuestro pasado común, fomentar la economía internacional y volver, volver, volver, como dice el tango de Carlos Gardel.