Los tatujes invaden las pieles

18 feb 2017 / 11:12 H.

Los tatuajes son vistos de dos maneras, o como un estilo de vida o como una moda que nos invade. He oído un millón de veces la típica frase de: “Los tatuajes no nos hacen delincuentes, así como las corbatas no nos hacen decentes”. Demasiado moralista. Prejuicios tenemos todos, y es inevitable. Pero ser conscientes de que vivimos en un mundo rodeado de ellos, es una forma de comenzar a resolverlos cuanto antes. Cada vez los tatuajes son aceptados por un mayor número de personas y a la vez están ganando cada vez una mayor popularidad, pero de la misma forma, también hay personas que tienen una idea negativa sobre ellos, y los asocian con las drogas, el alcohol y el mal vivir —todo esto en pleno siglo XXI—. Me siento en la “obligación” de tener que aclarar que estas etiquetas infundadas no son nada ciertas. Y hoy en día, en nuestro país, hay muchas personas que les cuesta concebir que un médico, sacerdote, una monja, un abogado, un gerente, o una persona “respetable” para la sociedad tenga tatuajes. Estas mentes anquilosadas y retrógradas son las que hay que lograr cambiar desde ya. Lo primero que hay que saber es que tener uno no significa que la persona sea irresponsable, tome malas decisiones o sea peligrosa. Yo tengo unos cuántos, a mis 54 años.