Telebasura

18 feb 2017 / 11:12 H.

Resulta más que evidente que todos, en alguna ocasión, tosemos aunque sea levemente cuando no se tiene tos. ¿A qué se debe esto? Es un acto reflejo. Es una pequeña reacción nerviosa sin motivos o causas aparentes. ¿Sistema de auto defensa que emplea el cuerpo humano, y que se realiza instintivamente, casi sin darnos cuenta? Podría ser. También, me atrevería a pensar, que es un motivo solidario para consigo mismo que en algunos casos puede reflejar soledad. Tosiendo te das cuenta que estás ahí, como cuando uno se pellizca para ver si es real o lo está soñando. Cuando se está en compañía, pudiera reflejar, el principio de una conversación, o pregunta un tanto arriesgada y comprometida. También se puede emplear cuando quieres darte un tiempo muerto antes de responder, cuando no sabes cómo hacerlo, o qué palabra emplear. Como para no dejar un vacío en la conversación, o instantes antes de mentir. La tos sin tos, suele ser recurrente en ocasiones, siempre que no la emplees en exceso, pues pudiera hacerse crónica y no existe jarabe para combatirla, incluso podría hacerse muda para nuestros propios oídos pero no para los oídos que tenemos en frente o al lado. Debes ser en todo momento consciente de ella. La tos sin tos reemplaza a esa vocal que, en ocasiones sale de la boca, y que no quiere decir nada: “Eeeeeeeeeeeh...”. Representa un leve titubeo, como falta de autodeterminación, o convicción en lo que se está diciendo. Puede llegar a ser elegante y cortés emplear una tos sin tos en determinados momentos, siempre y cuando la persona que tenemos enfrente no la detecte como principio de una excusa que quiere convencer aun a sabiendas que no te lo crees ni tú. Con frecuencia se suele emplear para aclarar la voz, antes de comenzar la lectura de un texto, o antes de cantar. La tos sin tos puede tener muchas lecturas, o representaciones ante la sociedad, pero te aconsejaría que, cuando asistas a una entrevista, por ejemplo, de trabajo, no la saques a pasear, es mucho mejor emplear una ligera sonrisa antes de contestar o dar ese argumento tan convincente al empresario que te permita ser contratado. Meditar una respuesta, sin emplear la tos y empleando la sonrisa puede darte seguridad y asentamiento en aquello que vayas a decir, además que representa paz, seguridad, confianza, optimismo y saber estar. Espero haberte sido útil en esta pequeña reflexión que, sin ánimo de catarro, he querido darte a conocer, aunque sé que algunos aspectos, sino todos, ya los tendrías en cuenta. Hoy me levanté de la cama y me dije:

—¡Ejem! ¿Sobre qué escribo...?”.

Cuando Jesús era interrogado por Pilatos contestó: “Yo he venido al mundo para dar testimonio de la verdad”. Sorprendido el gobernador romano por su respuesta le preguntó: ¿Qué es la verdad?; pero ya no contestó, pues era consciente que el significado de esta palabra no interesa a los necios. La verdad de los hombres podríamos definirla como la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o como sinónimo de honestidad y buena fe. Por lo tanto, la mentira es la afirmación que una persona hace siendo consciente de que no es verdad. A ella se refirió Jesús cuando dijo: “Mas lo que sale de la boca, sale del corazón, y eso es lo que mancha al hombre, porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias”. Anatole France escribió: ¿Qué vale la verdad, fría y desnuda, frente al atractivo resplandor de la mentira? Y cuan cierto este pensamiento cuando vemos caminar a nuestra sociedad, como esclava, en pos de legiones de embusteros charlatanes, ávidos en la mucha palabrería, gritos, insultos y amenazas, con las que ensombrecen la verdad. Dejamos que las mentiras de estos flautistas de Hamelín roben la esencia de nuestra condición humana; los valores que nos han hecho crecer como personas. Los gritos de la plebe, instigada por los charlatanes de su tiempo, crucificaron a Jesús. Pero El anunció que la verdad nos haría libres y es en esta misión en la que hemos de emplear los talentos recibidos para desterrar la mentira de nuestra sociedad; para elegir entre la honestidad y la buena fe de quienes pueden y quieren reconducirnos al camino de la verdad y la vida; para señalar con el dedo acusador a los que mienten, a los de antes y a los de ahora, porque esta gentuza, sin conciencia, solo duerme cuando nos apresan con el engaño. Por eso pido a Comisiones Obreras que diga la verdad y no mienta más a los humildes y sencillos, porque de ellos será el reino de los cielos.

Y qué significa eso? Denominada así, porque utiliza temas de interés humano que en la mayoría de los casos apelan emotivamente y explotan elementos de atracción para la audiencia como son el sensacionalismo, el morbo, el escándalo, el sexo, la violencia.... Este tipo de programación entretiene a una gran parte de la audiencia, pero bajo mi “humilde” opinión, lo hace a través de contenidos mediocres. Este tipo de televisión tiene muchos efectos en la sociedad, la mantienen ajena a la realidad y la vuelven acrítica, sin motivar el desarrollo de una opinión libre y fundamentada; forman un obstáculo. Así, mientras una de las funciones de la televisión es comunicar y difundir programas éticos y de calidad, se presentan este tipo de programas en total crecimiento. ARACELI UCEDA / Jaén