Es defender el futuro de Irak

18 dic 2016 / 11:14 H.

Llevo cierto tiempo atormentándome y planteándome continuamente la misma pregunta ¿Qué es el arte? y al fin después de hablar con diversos artistas y críticos de la materia siento que me he acercado un poco más a la realidad sobre este tema tan polémico. El arte según definiciones oficiales se trata de una actividad en la que el hombre crea con un fin estético, basándose en un aspecto de la realidad o representando sentimientos y esto puede ser llevado a cabo mediante distintas disciplinas es decir: Pintura, Escultura, Danza, Música. Pero la práctica que realmente me atañe es la de la pintura. ¿Quién no ha visitado alguna vez alguna galería y al ver algunas de las obras no se ha planteado la típica situación en la que nos hemos preguntado?: “¿Pero realmente esto es arte?” o “Esto parece que está pintado por un niño pequeño”o el típico “Eso lo hago hasta yo”. Pues bien lo que he podido sacar en conclusión es que la línea que divide entre arte abstracto y lo que denomino como “Artistas frustrados” es muy leve. Hoy en día podemos encontrar obras abstractas que son fieles al arte y que la intención de sus autores, como artistas que son, es representar sus propios sentimientos o bien trasmitir algún tipo de idea y como esto son principios intangibles digamos que la forma de representación de los mismos tiene cierta libertad. Esta libertad es utilizada por ciertos “artistas” para excusarse en la creación de sus obras, estos “artistas frustrados” se limitan a crear obras sin ningún sentido, sin un mensaje, sin nada que representar, se limitan exclusivamente a mezclar pintura en un lienzo vacío hasta que según su criterio este llega a la creación de una obra prácticamente culmen, pero en verdad este lienzo se encuentra como se hallaba en un principio, es decir, vacío, pero vacío de significado, vacío de lógica, en resumen, muerto. Muchos de estos “artistas frustrados”, frente a estos lienzos coloridos pero faltos de razón, deciden discurrir un argumento con el cual intentar embaucar a su publico y así poder enajenar su obra para hallarse mucho mejor consigo mismos, ya que estos “artistas” recurren a esta técnica porque aprecian el arte y no son capaces de adaptarse a otras que requieren de un mayor esfuerzo y profesionalidad. Este es el motivo por el cual el verdadero arte abstracto se está viendo manchado por todos estos farsantes, que están haciendo un flaco favor a esta corriente artística y ciertamente esto es preocupante. Aunque esto último pueda parecer una descabellada opinión, no lo es, ya que algún que otro artista de esta calaña me ha admitido que se dedicaba al abstracto simplemente porque no era capaz de cultivarse en otras corrientes artísticas y en cierto modo me parece respetable que una persona decida pintar abstracto por dicho motivo, pero lo que no comparto es que individuos así se consideren artistas y mucho menos que sus trabajos lleguen a galerías como si fuesen verdaderas obras de arte. En resumen, el concepto arte, como tal, es muy amplio y depende copiosamente de la subjetividad, desafortunadamente esto es lo que causa que no podamos obtener una pauta segura con la que diferenciar lo que es arte y lo que no lo es.

Hace unos días me publicaron en este periódico una carta titulada: ¿Por qué gritamos tanto en los lugares públicos? Nunca hubiera imaginado la repercusión que ha tenido la carta. La gente me para por la calle para felicitarme, y decirme que tengo toda la razón, que los españoles gritamos mucho. Otra cosa que no me había ocurrido, era que alguien me apoyara con otra carta a este periódico. Como es el caso del señor Juan Ángel Brage. Este lector, aparte de darme la razón, argumenta que la causa del griterío es de los constructores de los locales, que no están bien insonorizados. Quizá tenga razón, pero hoy me ha vuelto a ocurrir algo parecido a lo que yo describía en mi anterior carta. He ido a tomar un café con un amigo a un bar de la calle Goya. Estábamos al lado de dos señores que también estaban tomando infusiones. Por las voces de uno de ellos, me he enterado: del año que sacó la oposición de matemáticas, los diferentes destinos que ha tenido a los largo de su vida, lo que opina de sus compañeros de trabajo, de los alumnos que ha tenido, de la situación de la educación en España, en Andalucía, etc. Total, que como me pasó la vez anterior, me he tenido que ir del bar, a otro más tranquilo, porque era imposible mantener una conversación. Alguien conocido me dijo una vez que Dios nos había dado una boca y dos orejas, porque es más importante oír que hablar. Por cierto, señor Juan Ángel Brage, me llamó Gabriel Robledillo. Mi madre se enfadaba mucho cuando me llamaban Robledillo.

La ofensiva del ejército de Irak y las milicias kurdas sobre Mosul ha elevado el número de víctimas por el conflicto a cerca de 3.000 personas en noviembre. Las previsiones eran aún mucho peores, pero los avances se están produciendo con enorme cautela. Empieza a hablarse del regreso de los cristianos y de otras minorías que huyeron para escapar del Daesh, aunque no va a ser fácil. Al problema de la inseguridad se añade la pérdida de confianza en no pocos antiguos vecinos musulmanes sunitas que aprovecharon para quedarse con las casas y propiedades de los cristianos. Y es que apoyar a los cristianos es defender el futuro de Irak.