Debacle y lecciones de futuro

05 dic 2018 / 11:16 H.

La dura victoria del PSOE en estos comicios autonómicos abre la caja de Pandora de la interpretación en clave nacional de los resultados y deja en evidencia, de nuevo, una clara distancia con Pedro Sánchez y su equipo, en virtud a una campaña de baja intensidad en la que no se sabe que fue antes si el huevo o la gallina. En cualquier caso, la petición de regeneración desde Madrid se ha interpretado de la peor forma posible en Sevilla que, aunque sin mencionarlo, entienden que parte de la caída en voto tiene que ver con los socios de Gobierno del presidente. Aclarado que no se ha hecho una petición de dimisión queda una distancia sideral en cómo enfocar este tirón de orejas histórico al socialismo andaluz y la onda expansiva que tenga en próximas elecciones. No le conviene al PSOE entrar de nuevo en guerras intestinas y los vaivenes en asuntos de calado de los últimos días tampoco ayudan a fijar una acción de gobierno y las prioridades que debe llegar al electorado. En cuanto a la posibilidad de pacto con otras formaciones el margen es, en virtud de los resultados, nulo. La intención de los partidos de centro derecha es sumar a VOX en un Gobierno o busca su apoyo expreso y o la negociación se rompe de manera abrupta o no habrá forma de que el PSOE tenga una mínima opción de plantear una coalición que sería, por otro lado, también histórica. Y es que estos comicios junto a la llegada las instituciones y parlamentos de VOX también serán recordados por los de una baja participación. Una desmovilización ciudadana que obedece también al cansancio de un electorado que ve como los grandes problemas que atenazan el futuro de Andalucía siguen estancados sin que se den soluciones.