El reclamo del aceite de oliva

12 dic 2018 / 11:24 H.

Es habitual, en fechas señaladas, ver el aceite de oliva virgen extra convertido en un reclamo en grandes superficies comerciales. Se trata de una estrategia para atraer al cliente que daña gravemente al sector y que, en cierta medida, confunde al consumidor. La venta a pérdidas hace mella en toda la cadena de producción y de distribución del producto por excelencia de Jaén, por lo que es necesario que las administraciones con competencias en la materia luchen de forma eficaz contra una práctica fraudulenta que genera desaliento entre quienes viven del campo. El fortalecimiento de las estructuras de concentración también ayuda a frenar la bajada de precios con fines puramente económicos. Un estudio realizado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada señala con rotundidad que el aceite de oliva no tiene futuro si se mantiene la actual estructura comercial orientada exclusivamente a competir por precio, siempre a la baja, eliminando cualquier valor añadido que tiene este producto excepcional. La banalización como una “commodity” de grasas es una tendencia suicida en la que están implicados muchos actores y, según el informe, uno de los principales es el comercial. Su uso como “gancho” para atraer a compradores elimina cualquier ganancia. Recuerda el documento que en España está prohibida la venta a pérdida. Un análisis de precios de las diferentes variedades que se venden en las grandes superficies con marca del distribuidor señala unos costes que son apenas unos céntimos por encima de los de origen, lo que confirma la agresividad de los grandes de la distribución para reducir ganancias y eliminar al máximo cualquier valor del aceite.