Grave acusación sin pruebas

19 nov 2017 / 11:22 H.

Los líderes del independentismo catalán no dejan de sorprender con declaraciones que, en muchos casos, exceden sobremanera cualquier límite tolerable. La secretaria de Esquerra Republicana de Catalunya, Marga Rovira, desató una nueva polémica el pasado viernes. En una entrevista a un medio de comunicación catalán, afirmó que el Gobierno español les comunicó, en los días en los que se estaba fraguando la declaración unilateral de independencia, que habría muertos, armas de fuego, sangre y que se sacaría el Ejército a la calle si la Generalitat seguía adelante con la hoja de ruta secesionista. Eso sí, la secretaria general no aportó prueba alguna y echó mano al manido recurso de “fuentes fiables”, algo que carece de todo sentido cuando se trata de una acusación tan grave. Más aún cuando se ha demostrado claramente que la intervención del Gobierno español, tras el 27 de octubre, en ningún caso utilizó la fuerza para el restablecimiento de la legalidad vigente. La puesta en marcha de las medidas acometidas bajo el paraguas del artículo 155 de la Constitución no supusieron la intervención del Ejército, como aseveró Rovira. Sus declaraciones escandalizan pero son, simplemente, otro ejemplo más de las numerosas mentiras con las que han salpicado su proceso soberanista; desde el “España nos roba” a estas últimas de suma gravedad. Una estrategia apoyada en la falsedad y el victimismo que flaco favor hace a su reivindicaciones secesionistas. El Gobierno español, empezando por su presidente, Mariano Rajoy, no tardó en salir al paso de las declaraciones de la secretaria general de ERC para desmentirlas con rotundidad y calificarlas como un “una absoluta vergüenza”.