La capital necesita un plan

19 sep 2017 / 12:24 H.

Las asociaciones vecinales de Jaén llevan años dedicadas a los que algunos denominaron, en plena crisis de fondos públicos, “micropolítica”. Las deficiencias en servicios que presta la Administración pública, la falta de mantenimiento de espacios como parques, calles, aceras, etcétera son los puntos que jalonan la batalla diaria de estos colectivos y de ciudadanos anónimos que aman su ciudad y que perciben un deterioro gradual y sin freno de la misma. Durante este último lustro proliferaban las fotos de políticos en el arreglo o parcheo de una calle, en la instalación de alumbrado público o en cualquier otro arreglo menor. Eran las vacas flacas y había que rentabilizar la acción de gobierno por nimia que fuera, sin ir más lejos la inauguración de una rotonda concitaba la atención de todo un equipo de Gobierno como si de una infraestructura capital se tratara. Sin embargo, de un tiempo a esta parte ni tan siquiera esas acciones de “guerrilla” de mantenimiento proliferan en una ciudad de capa caída, con calles imposibles por las que circular, incluso en el propio centro histórico de la ciudad (calle Cronista Cazabán), con parques en los que el deterioro es evidente. Si a esta inacción unimos la falta de educación cívica nos tropezamos con una ciudad sucia. Una imagen pobre con la que tiene que convivir el ciudadano y la que se ofrece al visitante en la que no caben muchas excusas. Es necesario, por lo tanto, que en esta etapa de asfixia económica municipal se consiga, al menos, el reto de tener una ciudad digna y cuidada en sus infraestructuras básicas. No se trata de elucubrar sobre proyectos futuros a los que no se les espera; se trata, en definitiva, de mantener la casa, lo más digna posible, sin goteras y con el mobiliario cuidado.