Nueva etapa en Andalucía

La Junta de Andalucía abre un nuevo capítulo después de treinta y seis años gobernada con las siglas del Partido Socialista. Las elecciones autonómicas del 2 de diciembre marcaron un antes y un después en el devenir de una Administración con un pasado y un presente escrito por la misma fuerza política. Ganó Susana Díaz, pero perdió el timón del barco. El Partido Popular, que remó contra viento y marea para conseguir un radical giro, cerró sendos acuerdos con Vox y Ciudadanos para convertir a Juan Manuel Moreno Bonilla en el próximo presidente y a Juan Marín en vicepresidente. Treinta y siete puntos harán realidad un cambio no exento de polémica, con novedades como un plan contra el aborto, apoyo a la educación diferenciada, una ley que derogue la Ley de Memoria Histórica y medidas a favor de la Semana Santa, la caza y los toros. Después de varios días de tiras y aflojas, incluso semanas, con discursos escandalosos para la sociedad actual, unos y otros tuvieron que ceder en sus pretensiones en una negociación que da la impresión de que estaba más que cerrada desde que se puso fecha para la investidura. Eso sí, antes de cerrar este pacto con la formación de ultraderecha, los populares y Ciudadanos cerraron una estructura de gobierno que contempla una reducción del número de consejerías y noventa medidas suscritas al acuerdo programático que resultan inamovibles ante cualquier exigencia de Vox. Comienza, de esta forma, una nueva etapa en Andalucía en la que los ciudadanos estarán muy atentos a todos los pasos que se produzcan desde la Junta para que no haya vuelta hacia atrás en asuntos que estaban más que resueltos desde hace mucho tiempo.