Paseo por Segura de la Sierra

14 ago 2017 / 11:07 H.

Los trabajos para esclarecer qué pasó exactamente para que saliera en llamas el paraje de La Trujala, emplazado en Segura de la Sierra, continúan y, aunque todo apunta a que fue intencionado, los guardias civiles se afanan sin descanso en ultimar flecos para armar las diligencias que llegarán a manos de un juez. El Servicio de Protección de la Naturaleza ya sabe perfectamente dónde se originó el fuego gracias a una rápida intervención, tan necesaria para ayudar al esclarecimiento de tragedias como esta. Las pistas recabadas sobre el terreno y la declaración de los vecinos serán fundamentales para cerrar todos los detalles de la investigación. La superficie calcinada supera las ochocientas hectáreas, apenas medio punto de un Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas con más de doscientas mil hectáreas abiertas a los visitantes. En plena temporada vacacional, las administraciones hacen un llamamiento a los potenciales turistas para que no dejen de disfrutar de uno de los parajes con mayor riqueza ambiental del mundo. No hay nada que impida visitar los rincones de este espacio natural protegido e, incluso, es recomendable darse una vuelta por el terreno calcinado para comprobar el desastre que rodea a las faldas de todo un símbolo como es el Yelmo y, de paso, todos tomemos consciencia de la importancia de lo que tenemos en una provincia rica en parques naturales. Es el momento de que las administraciones se sienten, analicen la situación real del monte afectado por el cruel fuego y, todas a una, caminen sin pausa en la planificación y puesta en marcha de una recuperación que, como suele ocurrir en desastres naturales como este, será lenta y costosa, pero seguro que llegará.