Protestas por las pensiones

Están en el centro del debate por una subida que es apenas de un 0,25%, algo a todas luces irrisorio si se tiene en cuenta que los precios se incrementaron un 1,1%, según se estableció en el dato del Índice de Precios de Consumo (IPC) para 2017. La primera de las consecuencias es que los pesionistas pierden poder adquisitivo, pero de esta se derivan otras muchas. Mal pago a quienes con su trabajo aportaron durante años al sostenimiento de este sistema. Por este motivo, la Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema de Pensiones ha convocado protestas y movilizaciones en toda España con el propósito de mostrar su rechazo a las “pensiones miseria” y exigir que estas sean dignas. En el caso de la capital, está prevista en la Plaza de la Concordia —ante la Subdelegación del Gobierno—, a partir de las doce del mediodía. Las medidas adoptadas recientemente por el Gobierno y los postulados defendidos en su argumentario han tenido la correspondiente reacción por parte de los más de 9 millones de pensionistas con que cuenta el país. Mientras que gracias a las pensiones de los mayores familias enteras han podido sobrevivir a los devastadores efectos de la crisis económica, el pago que reciben ahora quienes han sostenido este peso sobre sus hombros es el de la pérdida de poder adquisitivo. Se equivocan quienes piensan que es un problema solo achacable a los pensionistas; es una cuestión de justicia que afecta a toda la sociedad, por cuanto supone abrir rietas en el sistema actual. Las protestas actuales suponen sentar las bases del mañana, con un futuro cuando menos incierto, si se tiene en cuenta, además, el envejecimiento progresivo de la sociedad, situación cada vez más constatable.