Respeto a las instituciones

25 mar 2019 / 16:34 H.

En el debate parlamentario es necesario guardar las formas y conviene a las nuevas organizaciones políticas que asuman el decoro de representar a sus votantes, pero también el de las propias instituciones y como no el de los adversarios solo políticos. La llegada de Vox al Parlamento andaluz, por ejemplo —al igual que los inicios de Podemos en el ámbito estatal— tendrá que ir aclimatándose al propio debate parlamentario por muy rompedoras que sean sus ideas o por mucha casta que exista en las filas de la oposición. En este sentido, en la última semana un dirigente de Vox se dirigió, en tono despectivo, a los representantes que trabajan por la recuperación de la memoria histórica de “buscadores de huesos”, entre otras lindezas. Unas formas que suponen un desprecio a los representantes políticos, pero, sobre todo, a familiares y asociaciones que llevan muchos años recuperando la memoria de personas fallecidas en el conflicto de la Guerra Civil y cuyos cuerpos fueron abandonados en cunetas y sus nombres olvidados. No se trata de enfrentar, nuevamente, a la sociedad, sino de buscar consensos para que sea posible resarcir a esos olvidados del conflicto. Entre otras cosas, porque la historia de los vencedores siempre es más fácil de contar y queda reflejada en múltiples facetas. No se puede menospreciar de esa manera a las familias que aún buscan a sus seres queridos para recuperar sus restos, esa frontera no se puede traspasar por más que se tengan otras ideas de cómo afrontar esta herida abierta todavía para muchas familias. Se pueden tener ideas dispares sobre todas las cosas, pero siempre desde el respeto al contrario y, sobre todo, a familias que no han enterrado a sus seres queridos.