Un convulso Real Jaén

08 oct 2018 / 12:09 H.

El Real Jaén está acostumbrado, en los últimos años, a vivir en una cuerda floja tanto a nivel institucional como deportivo. Vasos comunicantes ambos que impiden al equipo alcanzar una cierta estabilidad que, sin duda, ayudaría a conseguir metas mayores. Los nuevos gestores salvaron la entidad en un primer momento, pero la tranquilidad no está invitada. Cambios deportivos recién estrenada la anterior temporada, vaivenes en la dirección deportiva y, como bien dicen los aficionados, buena proyección en agosto para acabar una temporada más con la miel en la boca. Este inicio de temporada, con buen juego y cierta estabilidad, parecía la definitiva para el asalto a Segunda, pero se tuerce nada más empezar. El desencuentro entre una parte del vestuario y el entrenador hizo que el miércoles se anunciara que el míster, a la sazón director deportivo también, que el club prescindiría de Higinio Vilches, Fragoso y Montes. El primero jiennense y capitán y, como el resto, jugadores que, hasta el momento, habían sido titulares en el equipo. De ahí la sorpresa mayúscula para unos aficionados acostumbrados a los sobresaltos. El terremoto tiene todavía réplicas que quedarán pendientes para saber hasta dónde llega esta nueva crisis que denota un malestar interno en el equipo y, quizá, escuchadas las ruedas de prensa posteriores, algo de precipitación. En cualquier caso, los trapos no se lavaron de forma interna y ahora cualquier decisión puede ser entendida, o bien como debilidad del propio entrenador o por un exceso de celo del mismo. Lo que es seguro es que episodios como este en nada contribuyen a la estabilidad deportiva y no ayudan a llevar al campo a los aficionados.