A la cárcel el condenado por violar a su mujer e hijas

La Audiencia manda a prisión preventiva a Francisco M. M. por el riesgo de fuga y para proteger a las víctimas

27 feb 2018 / 09:18 H.

Francisco M. M., el vecino de Valdepeñas castigado con casi 30 años de cárcel por violar y maltratar a su mujer y a sus dos hijas cuando eran tan solo unas niñas, ha pasado su primera noche en la cárcel. La Audiencia de Jaén decidió ayer por la mañana enviarlo a prisión preventiva, a pesar de que la sentencia no es firme. Hay que recordar que la condena está pendiente de los recursos presentados ante el Tribunal Supremo. No obstante, la sala ha atendido la petición de la acusación particular, ejercida por la exesposa, y decidió que Francisco M. M. ingrese ya en el Centro Penitenciario de Jaén de forma preventiva. La Audiencia esgrime dos argumentos para sustentar su decisión: el primero es el riesgo de fuga. “A mayor gravedad del delito y de la pena impuesta, más intensamente cabe presumir la tentación de huida”, asegura el auto, al que ha tenido acceso Diario JAÉN. El segundo motivo es la protección de las víctimas. Hay que recordar que el acusado quebrantó la orden de alejamiento que le había sido impuesta por el Juzgado de Violencia de forma cautelar.

Los magistrados de la Sección Tercera tomaron la decisión ayer por la mañana tras la celebración de una vistilla para determinar la situación procesal de Francisco M. M. Finalmente, y a petición de la acusación particular, el tribunal tomó una medida de la que apenas se conocen precedentes. Sobre la marcha, la sala dio aviso a una patrulla de la Policía Nacional para que, de forma inmediata, detuvieran al condenado y lo trasladaran al Centro Penitenciario de Jaén, donde ya se encuentra.

Hay que recordar que este vecino de Valdepeñas fue condenado por la Audiencia el pasado 14 de febrero a casi 30 años de cárcel por maltratar y violar a sus esposa y a sus dos hijas cuando no eran más que unas niñas de cuatro y ocho años. La Justicia le impuso uno de los castigos más elevados que se recuerdan en la provincia. En el juicio, Francisco M. M. defendió su inocencia. “Todo lo que dicen es una mentira”. Sin embargo, el tribunal dio total credibilidad al testimonio de las víctimas que, además, estaban corroborados por los informes psicológicos. Además, el hombre, en su primera declaración cuando fue detenido en abril de 2015, sí que admitió que había agredido sexualmente a su hija. El caso está ahora pendiente de los recursos que la defensa ha presentado ante el Tribunal Supremo.