Animalistas acuden a la Junta por el “sufrimiento” de las pavas que se exhibieron en Cazalilla
La Junta de Andalucía en Jaén tiene ya un escrito de la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los animales (Anpba) en el que se solicita a la Junta que ponga en marcha “el correspondiente procedimiento para la determinación de las presuntas responsabilidades” que pudieran derivarse del uso y trato a los que fueron sometidas dos pavas, que Anpba denomina como “pavas sustitutas”, que fueron paseadas por las calles de Cazalilla entre los zarandeos y el griterío del público, dado que estaba imposibilitado el acceso al campanario. El escrito, que fue interpuesto el viernes 5 de febrero, mediante correo administrativo, tuvo entrada ayer, 9 de febrero, en el Registro de la Delegación Territorial de Agricultura.
Como se detalla en el escrito, la “forma gestual” de las plumas remeras, las traseras y los dedos de las patas era indicativo del estrés, el pánico y el sufrimiento que estarían experimentando ambas pavas, “sufrimientos” prohibidos por la Ley andaluza de Protección Animal. Además de invocar la normativa de aplicación, en su escrito Anpba aporta el documento emanado del Consejo de Europa, un dictamen relativo a los pavos domésticos que posee un incuestionable valor técnico-científico dado que, como indica en su Preámbulo, se ha realizado “a la luz de los conocimientos científicos sobre las necesidades biológicas de los pavos”. Este documento determina los “manejos” que pueden producir a los pavos desconcierto, miedo, estrés y ansiedad, como pueden ser, entre otros, los ruidos, los movimientos bruscos, la cercanía de un gentío vociferante. Por ello, el dictamen es muy claro al determinar que no deberían utilizarse pavos en espectáculos o exhibiciones.
La asociación animalista considera que, a estas alturas del siglo XXI, la celebración debe reciclarse en pro, dicen, de “unos comportamientos más propios de una sociedad moderna”, como indica en su Preámbulo la Ley andaluza de Protección Animal. De hecho, cabe recordar que, en años anteriores, Anpba propuso alternativas, como usar una pava de peluche, simbólica, que, manteniendo el espíritu de la tradición, no provocaría “sufrimiento” a ningún un animal de carne y hueso, pues los pavos utilizados en eventos de este tipo siempre considerarán “depredadores” a sus manipuladores, como detalla el dictamen europeo.